MIS ROAD MOVIES
MIS ROAD MOVIES
Las Road Movies podrían constituir un género en sí, pero al no ser «puro», sino que pertenece a varios de los considerados canónicos, se puede clasificar como intergénero, agrupado por una identificación con una estructura concreta como la carretera o el camino. Aunque esa denominación en inglés se debe al surgimiento a finales de los 60 en EEUU -coincidiendo con la crisis del cine clásico, cambios históricos y sociales importantes y el surgimiento de contraculturas-, vemos que también existen en Europa en los nuevos cines que surgieron, sobre todo en la Nouvelle Vague por la mirada que dirigieron al cine negro de EEUU. Los personajes suelen representar lo contrario a la clase alta, rebeldes, expresando su disconformidad, moviéndose por la ilegalidad.
En esta publicación incluiré aquéllas que fueron precursoras en el western -tan ligado al camino, al movimiento y libertad- y el cine negro, con la clásica huida de delincuentes en automóvil. Aquéllas en que el viaje es obligado por la miseria, buscando una oportunidad. Así como las que tienen un carácter más existencial, no necesariamente ligadas a un automóvil, sino al recorrido por vías de búsqueda de un lugar o a sí mismos.
Las road movies rompen con la narrativa clásica, tienen sus recursos técnicos propios, manifiestan libertad al estar fuera de los platós, son abiertas, dinámicas, con sensación de inicio, pero nunca de cómo va a ser el proceso. Contienen huida, rebeldía, búsqueda, amistad, amor, incertidumbre, a menudo con finales abiertos. Suelen estar ligados a historias que evolucionan rápidamente, con transformación y aprendizaje de los protagonistas; variables, iniciáticas, criminales, por trabajo, con un objetivo personal, y con mucha tensión por el reducido espacio donde se generan. Por ello, gozan de una poética propia, unida indisolublemente a los paisajes, a las personas que se encuentran, a las ciudades y pueblos donde paran. A las conversaciones que se derivan en ese habitáculo, los silencios, a esa intimidad tan cercana. Son como versiones modernas del Quijote.
He elegido muchas que me gustan, incluso del cine mudo, algunas experimentales, descartando las más típicas, buscando de varios países y no necesariamente en su totalidad road movie, ni con automóvil, sino que existe algún momento en varias de ellas que es fundamental para el «viaje» existencial del protagonista y su metamorfosis.
STAGECOACH (1939). John Ford.
BEGGARS OF LIFE (1928). William Wellman.
THE GENERAL (1926). Buster Keaton.
GUN CRAZY (1950). Joseph H. Lewis.
DUEL (1971). Steven Spielberg.