Portada Suenos flamencos

SUEÑOS FLAMENCOS (2025) de Juanma Suárez

La memoria viva del flamenco. Sueños flamencos.

Con Sueños flamencos somos conscientes  de que nos vamos quedando sin estrellas poco a poco. Pero las de verdad. En el cine, en todas las artes en general y en el baile en particular. Cristina Hoyos (1946) es de las grandes artistas universales que nos recuerdan que se acaba una época irrepetible. Hay relevo, sin duda, pero la huella dejada por bailaoras como ella –perteneciente a una generación surgida del hambre, del genio innato, de la intuición materna, de saber buscar u aprovechar la oportunidad que cambie el rumbo– tiene un poso distinto. Una generación que luchó muy duro partiendo de concursos radiofónicos, malviviendo con sueldos paupérrimos para ayudar a la economía familiar, mientras maduraban a marchas forzadas en un mundo adulto que corría demasiado y en el que se dejaban los pies y la niñez.

Cristina Hoyos es la absoluta protagonista de Sueños flamencos, documental que se ha presentado hoy en la sección «Panorama Andaluz» del Festival de Cine Europeo de Sevilla antes de iniciar su recorrido por salas comerciales el 16 de noviembre. Está coescrito por el director, Juanma Suárez y Laura Muñoz (24 Violets), impulsora de este trabajo que también se ocupa de la producción ejecutiva, además de contar con la producción de Enrique F. Guzmán, Producciones 24Violets, Cinnamon Factory, la coproducción internacional de Juan Tamayo y el apoyo de la Junta de Andalucía y Canal Sur.

La bailaora sevillana acompaña con su privilegiada presencia esta película que le rinde un emocionante tributo en su madurez vital aprovechando su importante presencia en el homenaje al guitarrista Manolo Sanlúcar en el Teatro Villamarta de Jerez en 2021. Se entrelazan imágenes de su llegada a Jerez, los ensayos, los nervios de la gran artista y el cuidado que se le brinda, con otras de archivo inéditas de toda su vida (es increíble el gran número de fotos que tiene de su niñez y adolescencia). Estas imágenes son documentos vitales que viajan conjuntamente con lo cultural e histórico de nuestro país, porque la bailaora ha formado parte del arte español con mayúsculas que traspasó fronteras hasta lugares como EEUU, Cuba, Francia, Rusia o Japón, según podemos escuchar de su voz en off y las imágenes personales o vídeos de sus actuaciones.

Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

Sueños flamencos abre con un plano de sus manos en el coche que la lleva al teatro jerezano. Manos vivaces, imprescindibles e irreductibles de una bailaora poco común que lo ha dado todo en el arte. “Me siento afortunada porque estoy segura de que bailar hubiese bailado, naciera donde naciera. Pero tuve la suerte de nacer en Sevilla y bailé flamenco”. La bailaora nos habla con la tranquilidad de haber conseguido con mucho esfuerzo y talento una carrera fulgurante. Con la sabiduría de la vejez y el aplauso de un público que no se olvida de ella por el legado que deja.

La vemos ante un espejo y en una sesión fotográfica con su mirada penetrante felina y oscura, escoltada por su cuerpo dando guerra aún y apoyada en esos brazos y manos incansables mientras calienta. Coqueta, habla con naturalidad de sus “arruguillas” y nos dice que todavía se mueve bien, que no haber hecho demasiado zapateado en su carrera le ha dejado unas piernas menos desgastadas y ágiles, las cuales le permiten moverse con desenvoltura y elegancia en sus giros.

El documental trenza declaraciones antiguas del agradecimiento de su madre por el cambio vital que experimentó la familia con el trabajo de Cristina Hoyos desde que se fue muy jovencita a codearse con bailaoras experimentadas a Madrid en 1969, dejando impactados a artistas como Manuela Vargas, Manolo Caracol o Pastora Imperio. También vemos imágenes de archivo de su maestra sevillana, Adelita Domingo, que la recuerda con cariño y cuenta cómo despuntaba desde pequeña para dedicarse más a bailar que a cantar en su conocida academia sevillana, de la que surgieron muchos artistas. Pero donde se centra más es en la relación clave que tuvo con el bailaor Antonio Gades, cuya maestra, Pilar López, dijo cuando la vio bailar: “Antonio, has encontrado a tu pareja”. Entrar en su compañía le permitió seguir formándose y actuar en muchos países curtiéndose en viajes por carretera, malcomiendo, pero consiguiendo difundir el idioma universal del flamenco por todo el mundo.

Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

Pero el éxito le vino por sí misma, por su genio, su forma especial de interpretar obras como Carmen, sus ganas de seguir aprendiendo e innovando, de crecer y aportar al flamenco: su gran pasión al que se dedicó en cuerpo y alma. Habla con cariño de lo que significó Gades en su carrera, pero también explica sin tapujos el porqué de su separación envuelta en egos e inseguridades por el excesivo brillo femenino de Hoyos en la escena, que no digirió bien el gran bailaor. Una carrera la de Hoyos que abrió su abanico hacia el cine con su magnética presencia en la trilogía flamenca de Carlos Saura (Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo), la televisión y la participación en la inauguración de los JJOO de Barcelona. Una extensa carrera no exenta de problemas graves de salud que no pudieron con su temperamento en escena, ni «callar» sus enérgicos brazos.

Somos testigos de su reinvención con la creación de su nueva compañía y primer trabajo, estrenado con celebridad en París, del que recoge el título esta película, y de cómo un director teatral como José Carlos Plaza, habla generosa y apasionadamente de ella destacando su rigor, disciplina, talento, compromiso, continua investigación y capacidad de entrega. Valores que reafirman por qué Cristina Hoyos ha sido y sigue siendo una figura del flamenco y del arte irrepetible, a la que seguimos viendo con su habitual sonrisa pícara dejándose querer en esos ensayos previos en Jerez por su marido, el personal técnico y artístico que es consciente de estar ante una leyenda viva.

Al igual que el director, consciente también de esa emotiva y minimalista escena final mientras actúa ante un público entregado, observándola desde la trastienda del teatro, por el potencial enorme que alberga. Posiblemente una de sus últimas o la última actuación que, si bien exhala vitalidad en el crepúsculo de Cristina Hoyos, al demostrar que todavía puede dar mucho emanando su energía, en realidad respira un tono elegíaco de melancolía y de pérdida de una época. De un talento difícil de restituir al que persigue la cámara subiendo esas escaleras hacia un camerino afortunado, encontrándose con Pasión Vega, testigo de un momento histórico.

Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

Cartel Sueños flamencos. Cristina Hoyos. Festival de Sevilla. estrellamillansanjuan.es

 

Cine español en el blog.

Estrella Millán sanjuán.

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